REFORMA no es lo mismo que REHABILITACIÓN ENERGÉTICA

Cada edificio se comporta de manera diferente según sea su ubicación, su entorno, su orientación, la forma y la composición de los cerramientos de la envolvente.

Los edificios a rehabilitar necesitan el estudio previo de algunos aspectos que intervienen en el comportamiento térmico, los más importantes son:

  • La zona climática.
  • La orientación del edificio.
  • El diseño del edificio.
  • Los materiales y sistemas constructivos utilizados en su construcción.

¿QUÉ ES UNA REHABILITACIÓN ENERGÉTICA?

El comportamiento energético en la mayoría de los edificios construidos es muy deficiente. Una inadecuada solución constructiva de la envolvente que protege los recintos interiores del ambiente exterior conlleva un exceso en el gasto de energía al hacerlos habitables.

La rehabilitación energética lo que pretende es corregir estas deficiencias, optimizando el consumo y aumentando el confort.

Estas actuaciones van dirigidas en dos frentes:

1.- Mejora de la envolvente térmica, es decir, la piel que separa el interior del edificio con el ambiente exterior o con espacios no climatizados, (la cubierta, los muros de fachada, los suelos, las ventanas y en determinados casos las medianeras), con lo que conseguimos una menor demanda energética.

2.- Mejora del equipamiento, una mejora encaminada a hacer más efectivas las instalaciones.

¿Qué obtenemos con la Rehabilitación Energética?

  • Mejorar las condiciones de confort y de habitabilidad. Los edificios poco eficientes suelen ofrecer malas condiciones de salubridad para sus usuarios.
  • Reducir las pérdidas de energía.
  • Reducir de emisiones de CO2 a la atmósfera.
  • Ahorro económico.